“¡Dios mío, dios mío, llego tarde!” Cuántas veces me he
sentido como el conejo de Alicia en el País de las Maravillas, pero móvil en
mano en vez de reloj. Especialmente está última semana de octubre, que suele
ser movidita, pero este año ha sido una semana de locos. Antes que me disperse,
mis disculpas por no haber escrito entrada, pero cuándo no se puede, además es
imposible.
Niñ@s de 5 años corriendo como loc@s en el cumple de Roque.
Con amago de suspensión incluido, más emoción imposible, vaya, así nos las
gastamos en nuestra casa. Los cumpleaños infantiles son una locura, qué os voy
a contar a muchos de vosotros… Pero pasada la minicrisis, que la hubo, pero eso es otra historia... botellín. Sí, mejor
botellín porque ya os conté en otra entrada -“Instagram y yo”- que con las
cañas bien tiradas me pasa como con los cafés, que no me los ponen como en las
fotos. Pues eso, mejor asegurar. Y al final salió todo genial, aunque no creo
que el botellín haya tenido nada que ver en ello...
Pelea a muerte con una buttercream. Y ganó ella. La cuestión
es que había decidido quedarse en la nevera en vez de pasearse hasta el colegio
sobre unos cupcakes de vainilla, finalmente reconvertidos en magdalenas, para
ser devorados por 25 niñ@s hambrientos. Y allí que se quedó. Pero sobraron
pocas, que se chinche.
Ah, y que me decís de Halloween, coincidiendo felizmente con
el "día del docente". Fenomenal. Qué bien rematar los disfraces con los peques
correteando como loc@s por casa. Pues nada, a hacer un disfraz del Sombrerero
Loco. Claro, como la cabra tira al monte, diréis… vale, eso es cierto, pero no.
Intenté convencerle para disfrazarse de Eduardo Manostijeras, pero se ve que
últimamente no gano ni a las chapas y las peleas no son lo mío. Perdí también.
Sé que no me creeréis, pero es verdad verdadera, no tuve nada que ver en su
decisión.
Aris y su Gran Libro Viajero de los 5 años en casa este fin
de semana. Trabajo en familia. Venga, que estamos que lo tiramos, oiga. Eso sin
contar los deberes, aunque esta vez se ha portado Ana.
La cosa es que todo me lleva a Wonderland últimamente... y he
decidido, y esto sí que lo he hecho yo, dejarme llevar. Ahora estoy con la
Reina de Corazones. Tocado rojo, muy rojo. Y a todo esto, voy a estar con los tocados,sombreros y otras cosas bonitas de La balaca en el
Sunday Market que se celebrará en Valladolid el próximo 14 de diciembre (si no
me hacéis una visita querid@s amigos, ya no os ajunto, incluso dejaré de
respirar si es necesario) donde quiero hacer mi propio banquete de Alicia en el
País de las Maravillas, y no habrá ni un cupcake, faltaría más. ¡Que le corten
la cabeza! Y que vivan las chuches del kiosko.
Me decía el otro día mi suegra: “hija, ¿y si no vendes
ningún tocado…?” Punto de sensatez mi Aurori. Alguien de esta loca familia debía
tenerlo. Pues no sé. Llegadas las 9 de la noche recojo mis bártulos y la
ilusión y me voy a otra parte con mis chicos, que llegará la mañana siguiente y
habrá que seguir intentándolo. He dicho.
¡Feliz, feliz no cumpleaños!
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