martes, 9 de diciembre de 2014

Navidad

8 de diciembre y ya es Navidad. Bueno, teóricamente no, pero ya nos entendemos, que sí comprando calcetines por aquí, que si piña de Bob Esponja por allá…  la cosa es que en mi casa es Navidad, hemos puesto el árbol y ya no hay vuelta atrás.

Como no podía ser de otro modo, semana de locos  en La balaca, creo que estoy viviendo un día de la marmota perpetuo... Pero, a ver, a 5 días para el Sunday Market Valladolid os podéis imaginar: cose que te cose, pega, forra, saca fotos, etiqueta, prepara el stand… balacalocura, vamos. Menos mal que tengo a mi familia de Pucela para echarme una mano, el próxim@ que cuente en mi presencia un chiste sobre suegras se las verá conmigo. Y no sabéis cómo me las gasto. Ggrrr...

Ah, y no, no me ha invadido el espíritu navideño. Tampoco han surtido efecto esas malditas campañas publicitarias que buscan hacernos sentir culpables de lo poco o mucho que tenemos. Ésas que te ponen delante ojos inocentes, asustados o sorprendidos, a veces no sé distinguirlo, que dicen tantas cosas… de niños de países menos favorecidos. Como si sólo sobrevivieran a sus míseras vidas en Navidad. Este tema me cabrea espantosamente, no me entendáis mal. Me parece encomiable que haya gente que ayude a los demás, faltaría más. Es de sentido común ayudar y dejarte ayudar incluso. Lo que me encabrona es la falta de escrúpulos que tienen algunos para utilizar el dolor y la miseria de manera estacional y oportuna para que las buenas personas decidan intentar solucionar, aunque sea un poco, una papeleta que no es la suya. Y es que los mandatarios, políticos en general, grandes empresas y demás, son especialistas en escurrir el bulto, éste  probablemente, el más importante de todos, y cargarlo, en vez de en una cuenta en Suiza, en nuestras conciencias. No sé, pero esto también es un bucle que vuelve una y otra vez. La gente sufre y  enferma todos los días del año, eso lo sabemos, pero sólo son noticia cuando alguna persona valiente pero occidental viaja a sus países a ayudarlos y le secuestran, decapitan o contrae el ébola. Que noche tengo.

Iba a rebajar el tono hablando un poco sobre el anuncio de la lotería nacional de este año, pero va a ser que tampoco. Lo que de verdad vemos que sucede después es que personas con amistades de más de 20 años se pelean por el premio. Generosidad… no es tan fácil ser generoso. La verdad nunca es triste, lo que no tiene es remedio, que dice Serrat.

De momento estoy deseando que llegue la función del cole. El tema de la actuación debería ser secreto, pero claro, salen los peques cantando la canción e incluso diciendo los autores, y ya nada. Si es que como somos, basta que nos digan que no para soltar lo más grande. Un cuento, un rey, princesitas, instrumentos, un genio, ratoncitos… hasta un “culo” en la letra, que ni pintado para unos niños de 5 años, bien por Ana. La verdad es que la echaremos de menos el año que viene… verás, al final sí que me empieza a afectar el síndrome navideño. No, no es verdad, solo es que estoy un poco ñoña.

Perrito listo...
Y toca recordatorios: aunque ya lo mencioné en otra entrada, Sunday Market os pongo la fecha de nuevo: domingo 14 de diciembre en el Edificio Envite (C/Nitrógeno 41) de 12.00 a 21.00 horas. Iré bien cargada de tocados, sombreros y otras cosas bonitas para la cabeza. Encima celebraremos nuestro particular Pink Sunday… yuhuuuu todos los artículos al 15 %.

No me olvido que ése mismo día la Comisión Pro-IES de la Cistérniga convoca una concentración reivindicativa con visita de Papá Noel y otras sorpresas a las 13.00 en la Plaza Mayor, y como ya os dije en Facebook, hay tiempo para todo, que también es una cita muy importante para todos los vecinos.

Recordaros además que estamos subiendo las fotografías de los modelos de tocados nuevos a tienda. Vamos despacito, paciencia que esto de emprender solitos es un poco como salir a correr sin compañía en invierno y en Valladolid. Complicado, por lo menos, y que tengáis en cuenta que ahora está en proceso y no tardaremos en tenerlo listo.


Y bueno, después de tanta densidad, os dejo con un villancicoATENCIÓN, SPOILER para todos los progenitores del Joaquín Díaz: 

“One, two, tree, four, five, six, seven, eigth, nine, ten
Merry Chrismas, everyone 
and sing it once again…”


Solo una curiosidad más, ¿soy solo yo o deberían hacer agendas en formato DIN-A3?

lunes, 1 de diciembre de 2014

Viernes Negro

Qué cosas… resulta que existe un día, concretamente el siguiente al de Acción de Gracias, llamado Black Friday, que inaugura la temporada de compras navideñas. Y ahora ya no sucede solo en los países anglosajones, también aquí. Dicho así suena genial, además los comercios están que lo tiran y hacen unos descuentos del copón y los potenciales compradores además de agotar las existencias de los mismos, ponen en riesgo su propia integridad en avalanchas terroríficas a la puerta de las tiendas. Ahí el Viernes Negro ya no suena tan entrañable.
 
En Internet también se celebra. Hasta hay un Ciberlunes posterior, que se trata de lo mismo, y apuesto algo a que es hoy y yo no lo sé.  Y claro, diréis vosotros: ¿ésta mujer no se dedica a hacer tocados? ¿No pretende venderlos además? ¿Por qué diablos no lo celebró como la gran mayoría del mundo capitalista conocido? Bueno, pues es bastante simple: no tenía ni idea que tal día existía, es más, cuando lo oí, pocos días antes de que se celebrase esta pasada semana…, -ya, ya, estoy en el mundo porque tiene que haber de todo, estamos de acuerdo- me sonó realmente mal. Black Friday… no sé, me sonó a la conmemoración de una gran tragedia internacional, o, con la que está cayendo, hice una tampoco tan extraña asociación al Crack del 29, qué sé yo. La cosa es que en la Gran Depresión no hubo viernes negro, fueron lunes, jueves y martes. Casi.

La cuestión es que para Black Friday el mío, y no comercialmente hablando… Como diría Sabina, La balaca cerró por derribo, o más bien derribo de su cabeza pensante a la par que brazo ejecutor. Exagero, como siempre, pero el dramatismo es marca de la casa. Solo es que me tomé el día libre, la verdad, estaba cansada y un poco malita e hice un parón.

Y entre otras cosas extraordinarias que pude hacer, vi las noticias. Carallo con el Black Friday, me dio yuyu. No vi demasiada diferencia entre las imágenes de gente aplastada a las puertas de los centros comerciales, desesperados por entrar. Vaya, como si ya hubiesen llegado los extraterrestres malosmalosmalos y fuese el único sitio seguro en la tierra. Los ves ahí… apiñados unos encima de los otros, mientras que, con una mano sujetan a un competidor del cuello, con la otra tiran de alguna prenda que, desgraciadamente no se dan cuenta que después de tremendo estirón, no les va a servir para absolutamente nada…,y las que nos ponen cuando hay disturbios en Chicago o Sidney. Ésas donde la gente se vuelve loca y se tapa la cara con pañuelos de estilo rockabilly, queman contenedores y arramblan con todo lo que se les pone por delante a la par que cargan televisores de plasma en sus coches y furgonetas.

Y por eso he decidido celebrar mejor el Pink Sunday, que mola mucho más y me va mucho mejor, haciendo rebajas del 15% en todos nuestros tocados y sombreros el próximo día 14 en el Sunday Market Valladolid, ale. Muy galego todo, me falta decir, a lo Luis Tosar (allá cuando no disimulaba su acento) que por joder, con perdón.

Y deseándoos muchos Happy Mondays os dejo, que tengo muchas fotos que preparar para podéroslas enseñar antes que termine la semana.