martes, 9 de diciembre de 2014

Navidad

8 de diciembre y ya es Navidad. Bueno, teóricamente no, pero ya nos entendemos, que sí comprando calcetines por aquí, que si piña de Bob Esponja por allá…  la cosa es que en mi casa es Navidad, hemos puesto el árbol y ya no hay vuelta atrás.

Como no podía ser de otro modo, semana de locos  en La balaca, creo que estoy viviendo un día de la marmota perpetuo... Pero, a ver, a 5 días para el Sunday Market Valladolid os podéis imaginar: cose que te cose, pega, forra, saca fotos, etiqueta, prepara el stand… balacalocura, vamos. Menos mal que tengo a mi familia de Pucela para echarme una mano, el próxim@ que cuente en mi presencia un chiste sobre suegras se las verá conmigo. Y no sabéis cómo me las gasto. Ggrrr...

Ah, y no, no me ha invadido el espíritu navideño. Tampoco han surtido efecto esas malditas campañas publicitarias que buscan hacernos sentir culpables de lo poco o mucho que tenemos. Ésas que te ponen delante ojos inocentes, asustados o sorprendidos, a veces no sé distinguirlo, que dicen tantas cosas… de niños de países menos favorecidos. Como si sólo sobrevivieran a sus míseras vidas en Navidad. Este tema me cabrea espantosamente, no me entendáis mal. Me parece encomiable que haya gente que ayude a los demás, faltaría más. Es de sentido común ayudar y dejarte ayudar incluso. Lo que me encabrona es la falta de escrúpulos que tienen algunos para utilizar el dolor y la miseria de manera estacional y oportuna para que las buenas personas decidan intentar solucionar, aunque sea un poco, una papeleta que no es la suya. Y es que los mandatarios, políticos en general, grandes empresas y demás, son especialistas en escurrir el bulto, éste  probablemente, el más importante de todos, y cargarlo, en vez de en una cuenta en Suiza, en nuestras conciencias. No sé, pero esto también es un bucle que vuelve una y otra vez. La gente sufre y  enferma todos los días del año, eso lo sabemos, pero sólo son noticia cuando alguna persona valiente pero occidental viaja a sus países a ayudarlos y le secuestran, decapitan o contrae el ébola. Que noche tengo.

Iba a rebajar el tono hablando un poco sobre el anuncio de la lotería nacional de este año, pero va a ser que tampoco. Lo que de verdad vemos que sucede después es que personas con amistades de más de 20 años se pelean por el premio. Generosidad… no es tan fácil ser generoso. La verdad nunca es triste, lo que no tiene es remedio, que dice Serrat.

De momento estoy deseando que llegue la función del cole. El tema de la actuación debería ser secreto, pero claro, salen los peques cantando la canción e incluso diciendo los autores, y ya nada. Si es que como somos, basta que nos digan que no para soltar lo más grande. Un cuento, un rey, princesitas, instrumentos, un genio, ratoncitos… hasta un “culo” en la letra, que ni pintado para unos niños de 5 años, bien por Ana. La verdad es que la echaremos de menos el año que viene… verás, al final sí que me empieza a afectar el síndrome navideño. No, no es verdad, solo es que estoy un poco ñoña.

Perrito listo...
Y toca recordatorios: aunque ya lo mencioné en otra entrada, Sunday Market os pongo la fecha de nuevo: domingo 14 de diciembre en el Edificio Envite (C/Nitrógeno 41) de 12.00 a 21.00 horas. Iré bien cargada de tocados, sombreros y otras cosas bonitas para la cabeza. Encima celebraremos nuestro particular Pink Sunday… yuhuuuu todos los artículos al 15 %.

No me olvido que ése mismo día la Comisión Pro-IES de la Cistérniga convoca una concentración reivindicativa con visita de Papá Noel y otras sorpresas a las 13.00 en la Plaza Mayor, y como ya os dije en Facebook, hay tiempo para todo, que también es una cita muy importante para todos los vecinos.

Recordaros además que estamos subiendo las fotografías de los modelos de tocados nuevos a tienda. Vamos despacito, paciencia que esto de emprender solitos es un poco como salir a correr sin compañía en invierno y en Valladolid. Complicado, por lo menos, y que tengáis en cuenta que ahora está en proceso y no tardaremos en tenerlo listo.


Y bueno, después de tanta densidad, os dejo con un villancicoATENCIÓN, SPOILER para todos los progenitores del Joaquín Díaz: 

“One, two, tree, four, five, six, seven, eigth, nine, ten
Merry Chrismas, everyone 
and sing it once again…”


Solo una curiosidad más, ¿soy solo yo o deberían hacer agendas en formato DIN-A3?

lunes, 1 de diciembre de 2014

Viernes Negro

Qué cosas… resulta que existe un día, concretamente el siguiente al de Acción de Gracias, llamado Black Friday, que inaugura la temporada de compras navideñas. Y ahora ya no sucede solo en los países anglosajones, también aquí. Dicho así suena genial, además los comercios están que lo tiran y hacen unos descuentos del copón y los potenciales compradores además de agotar las existencias de los mismos, ponen en riesgo su propia integridad en avalanchas terroríficas a la puerta de las tiendas. Ahí el Viernes Negro ya no suena tan entrañable.
 
En Internet también se celebra. Hasta hay un Ciberlunes posterior, que se trata de lo mismo, y apuesto algo a que es hoy y yo no lo sé.  Y claro, diréis vosotros: ¿ésta mujer no se dedica a hacer tocados? ¿No pretende venderlos además? ¿Por qué diablos no lo celebró como la gran mayoría del mundo capitalista conocido? Bueno, pues es bastante simple: no tenía ni idea que tal día existía, es más, cuando lo oí, pocos días antes de que se celebrase esta pasada semana…, -ya, ya, estoy en el mundo porque tiene que haber de todo, estamos de acuerdo- me sonó realmente mal. Black Friday… no sé, me sonó a la conmemoración de una gran tragedia internacional, o, con la que está cayendo, hice una tampoco tan extraña asociación al Crack del 29, qué sé yo. La cosa es que en la Gran Depresión no hubo viernes negro, fueron lunes, jueves y martes. Casi.

La cuestión es que para Black Friday el mío, y no comercialmente hablando… Como diría Sabina, La balaca cerró por derribo, o más bien derribo de su cabeza pensante a la par que brazo ejecutor. Exagero, como siempre, pero el dramatismo es marca de la casa. Solo es que me tomé el día libre, la verdad, estaba cansada y un poco malita e hice un parón.

Y entre otras cosas extraordinarias que pude hacer, vi las noticias. Carallo con el Black Friday, me dio yuyu. No vi demasiada diferencia entre las imágenes de gente aplastada a las puertas de los centros comerciales, desesperados por entrar. Vaya, como si ya hubiesen llegado los extraterrestres malosmalosmalos y fuese el único sitio seguro en la tierra. Los ves ahí… apiñados unos encima de los otros, mientras que, con una mano sujetan a un competidor del cuello, con la otra tiran de alguna prenda que, desgraciadamente no se dan cuenta que después de tremendo estirón, no les va a servir para absolutamente nada…,y las que nos ponen cuando hay disturbios en Chicago o Sidney. Ésas donde la gente se vuelve loca y se tapa la cara con pañuelos de estilo rockabilly, queman contenedores y arramblan con todo lo que se les pone por delante a la par que cargan televisores de plasma en sus coches y furgonetas.

Y por eso he decidido celebrar mejor el Pink Sunday, que mola mucho más y me va mucho mejor, haciendo rebajas del 15% en todos nuestros tocados y sombreros el próximo día 14 en el Sunday Market Valladolid, ale. Muy galego todo, me falta decir, a lo Luis Tosar (allá cuando no disimulaba su acento) que por joder, con perdón.

Y deseándoos muchos Happy Mondays os dejo, que tengo muchas fotos que preparar para podéroslas enseñar antes que termine la semana.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Sunday Market Valladolid

Como os comenté en la entrada anterior, hoy quería hablaros un poco sobre el Sunday MarketValladolid. Una iniciativa muy interesante que nació hace unos años, en octubre del 2012 y que se celebra 5 veces al año, con intención de convertirse en un referente en la ciudad al estilo de otros famosos mercados del mundo. Sin ir más lejos, el “Mercado de Motores” de Madrid, o si nos alejamos otro poco, el Mercado de Camden, el mítico Portobello Road o el de Covent Garden –conocido simplemente como “El Mercado”- en Londres, ...o si ya nos desmadramos y cruzamos el charco, el Gleen Flea Market de Manhattan. Y lo consiguió. Por cierto, fueron los primeros en organizarlo en España.

Dice Ana Díez de Aisha Eventos que se busca “ofrecer un gran evento en Valladolid con un amplio mercado de calidad, porque lo que hace falta son planes chulos -no lo he dicho yo, palabrita…- para los domingos con la familia y amigos”. No quiero olvidar a los otros organizadores de esta edición, el Grupo Lince.  Ea, pues eso. Y ahí que nos veremos, el domingo 14 de diciembre en el Edificio Envite (calle Nitrógeno, 41), que ya estoy preparando todos los bártulos de La balaca para llevarlos y enseñaros todos los sombreros, diademas, coronas y demás tocados en vivo y en directo.

Nuevo canotier negro con hortensias azules
En el Sunday Market Valladolid hay una mezcla de artesanos, marcas consolidadas y por consolidar, diseñadores o pequeños emprendedores… algunos constituidos y otros por constituir, donde me hallo, de lo más interesante. Se celebra, y con mucha aceptación también, en otras ciudades como Bilbao o Majadahonda y combina el mercado donde adquirir todo tipo de artículos: ropa, tocados, complementos, objetos vintage, muebles y decoración, libros y un sinfín de cosas bonitas, con el ocio. Vamos, lo que comentaba su organizadora Ana, un sitio chulo donde pasar un domingo, por cierto, bien cerquita de la navidad, perfecto para hacerse con los regalos y fomentar así el pequeño comercio de nuestra ciudad. 

Y es que además de parking gratuito, también para bicis oiga, que no sólo en Dinamarca…, cuenta con ludoteca, zonas para tomarse algo o descansar de tanta cosa bonita, talleres para los más inquietos, diferentes actividades como catas o visitas guiadas, música en vivo y dj –toma…! iba a decir geroma pastillas de goma. Jesús, debería haber escrito “Yo fui a EGB” con estas manitas -, y un apartado llamado GastroMarket, además de otras sorpresas. Os recomiendo entrar en su web, donde os explican los detalles bastante mejor que una servidora.

Ah, la entrada es gratuita, aunque en estas ediciones navideñas cobran un euro que va íntegramente a un proyecto solidario. Que no falta de nada, vaya. Planazo, así pensando… no se me ocurre nada mejor que hacer un domingo de diciembre… ya os dije que el 14, ¿verdad? ¿Y que regalarse un tocado para navidad es lo más de lo más…?

Lo que no os había dicho es el horario, pero mira, me he acordado a tiempo. El Sunday Market Valladolid abre sus puertas a las 12.00,  qué buena hora para no darse madrugones ni nada y que os de tiempo a ir bien reguap@s, y las cierra hacia las 21.00 h. Un pequeño inciso, agradeceros a tod@s haber llegado a los 100 “Me gusta” en Facebook, gracias de veras.


Y nada, que espero veros a much@s por allí.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Cosas mías

Ha llegado el viernes por fin. Ha sido una semana rara, el otoño se puso juguetón y  tuvo un par de días tontos en los que desapareció como por arte de magia para volver a aparecer cargado de agua, pero sin esas temperaturas que te dejaban helad@. Y no sé si serán cosas mías o cada día que pasaba era de más de improvisar que el anterior, lo cual es bastante improvisar…

Si la semana pasada os contaba que me había sentido como el conejo de “Alicia en el País de las Maravillas”, ésta he estado más cerca de Harvey Keitel como solucionador de problemas… A elegir,“Sr. Lobo/Winston Wolf” en “Pulp Fiction”o el “Sr. Blanco/Mr. White” en Reservoir Dogs. Peliculones, por cierto. Pero reconozco que ha sido muy productiva, eso también. Hoy no quiero aburriros con detalles sobre las muuuchas cosas que hacemos tod@s y lo complicado que resulta conciliarlo –me lo apunto, sobre la conciliación habrá que hablar, porque es una bonita palabra de esas con las que se le llena la boca a algunos, pero una utopía en este país, toda mi admiración a los y las que lo consiguen sin ayuda-, porque ya tendréis bastante con lo vuestro.

Ah, pequeño inciso antes de que me olvide. La próxima semana me gustaría hablaros un poco del SundayMarket Valladolid, mercado urbano que fomenta el pequeño comercio de la ciudad y a los nuevos emprendedores, que se celebrará en el Edificio Envite (Calle Nitrógeno 41),  en el que participaré con los tocados, sombreros y demás cosas bonitas de La balaca el próximo domingo 14 de diciembre y de lo que andamos preparando para nuestro estreno en el tú a tú con la gente. Porque me hace montones de ilusión. Como dice Roque: ¡Estoy a tope!

Y cambiando de tema, delante de la pantalla me hallo cavilando cosas mías, en este pequeña tregua que me permito una vez a la semana, pequeñas paranoias que pienso y que comparto con vosotros. Gracias por leerlo… sobre todo si aguantáis hasta el final. Hoy me he levantado atravesada, es así. Es mentira que el día tenga 24 horas. Ya sé que estoy aseverando, pero a mí es un tema que me tiene muy indignada. Ejerzo mi derecho al pataleo más descarado. Estoy barruntando un contubernio entre los que deciden volvernos locos con los cambios de hora, las grandes farmacéuticas y los mandamases del mundo para que no nos dé tiempo a nada no vaya a ser que nos  pongamos demasiado gallit@s,  y, de paso, tengamos que recurrir a fármacos para aliviar nuestra ansiedad o nuestro insomnio… Vamos, que gana la banca, las masas bajo control y  de paso a forrarse. Alguna vez me los imagino a todos en sus faraónicos despachos en sillas labradas de respaldos inmensos entrelazando sus manos tipo Sr. Burns de “Los Simpson” y sonriendo de medio lado mientras nos observan, así… pequeñit@s, corretear de un lado a otro  en pantallas táctiles que manejan con esos dedos largos y finos llenos de anillos… -ay- que ni en “MinorityReport”…

Tema comida. Cocinar mola, de acuerdo, pero ¿son cosas mías o  hacerlo tooodos los días varias veces a toda prisa y procurando que sea sano y variado, mientras tienes otras 50.000 cosas que hacer, pierde toda la gracia? Qué bonito cuándo ves en las pelis a la gente después de trabajar todo el santo día –estupenda, claro-  llegar a casa -perfectamente limpia y ordenada- y servirse una copa de vino en su impoluta cocina mientras cortan vegetales -si amig@s, esto es siempre así, vegetales, para ensalada o guarnición… aunque ahora que lo pienso suelen ser tomates- en su nuevísima tabla de madera y termina -¡solo! juro que nunca he visto como la aderezan o preparan antes- de asarse en el horno algún tipo de carne suculenta. Otra vil mentira para arruinarnos la autoestima. Cuando era joven e incauta… pensaba que acabarían por inventar una cápsula o algo que contuviera todos los nutrientes, minerales y vitaminas que las personas necesitamos para alimentarnosy que, además, ése alucinante invento evitaría el hambre en el mundo y a mayores, que nos pusiéramos gordos, nos subiera el colesterol, o fuéramos hipertensos. Pues no, oiga, 20 años después, es más fácil que Justin Bieber, Brangelina o Lady Gaga lleguen al espacio. Mal mal mal.
 
Hacer cola en el banco. Mal también. Te da tiempo a pensar, y entonces, mientras esperas, te acuerdas de las comisionesporabsolutamentetodo o empiezas a pasear la mirada por la oficina bancaria y te vas topando con todos esos carteles y folletos tan amigables… y te cabreas claro. O te entra mal rollito como mínimo. Todo por cajero, venga, que ya estamos en el siglo XXI, ponérnoslo más fácil.

Invitar a un amiguito de tu hijo a casa a jugar. Lo paso fatal, lo reconozco. Es como una cita, por dios… Generalmente vamos todos tan preocupados-ocupados que,aunque lleves 3 años viendo a sus padres todos los días un par de veces, apenas has intercambiado unas palabras con ellos, y claro, te sientes torpe, te da corte y lo vas postergando. Te entran dudas de si será apropiado porque no le conoces lo suficiente, si debes dar tú el primer paso, si ya estará comprometido con alguien, cómo comportarse para no parecer desesperada o si voy inapropiadamente vestida, y ¡oh, terror! y si me rechaza… 

martes, 4 de noviembre de 2014

Semana de locos

“¡Dios mío, dios mío, llego tarde!” Cuántas veces me he sentido como el conejo de Alicia en el País de las Maravillas, pero móvil en mano en vez de reloj. Especialmente está última semana de octubre, que suele ser movidita, pero este año ha sido una semana de locos. Antes que me disperse, mis disculpas por no haber escrito entrada, pero cuándo no se puede, además es imposible.

Niñ@s de 5 años corriendo como loc@s en el cumple de Roque. Con amago de suspensión incluido, más emoción imposible, vaya, así nos las gastamos en nuestra casa. Los cumpleaños infantiles son una locura, qué os voy a contar a muchos de vosotros… Pero pasada la minicrisis, que la hubo, pero eso es otra historia... botellín. Sí, mejor botellín porque ya os conté en otra entrada -“Instagram y yo”- que con las cañas bien tiradas me pasa como con los cafés, que no me los ponen como en las fotos. Pues eso, mejor asegurar. Y al final salió todo genial, aunque no creo que el botellín haya tenido nada que ver en ello...

Pelea a muerte con una buttercream. Y ganó ella. La cuestión es que había decidido quedarse en la nevera en vez de pasearse hasta el colegio sobre unos cupcakes de vainilla, finalmente reconvertidos en magdalenas, para ser devorados por 25 niñ@s hambrientos. Y allí que se quedó. Pero sobraron pocas, que se chinche.

Ah, y que me decís de Halloween, coincidiendo felizmente con el "día del docente". Fenomenal. Qué bien rematar los disfraces con los peques correteando como loc@s por casa. Pues nada, a hacer un disfraz del Sombrerero Loco. Claro, como la cabra tira al monte, diréis… vale, eso es cierto, pero no. Intenté convencerle para disfrazarse de Eduardo Manostijeras, pero se ve que últimamente no gano ni a las chapas y las peleas no son lo mío. Perdí también. Sé que no me creeréis, pero es verdad verdadera, no tuve nada que ver en su decisión.

Aris y su Gran Libro Viajero de los 5 años en casa este fin de semana. Trabajo en familia. Venga, que estamos que lo tiramos, oiga. Eso sin contar los deberes, aunque esta vez se ha portado Ana.

La cosa es que todo me lleva a Wonderland últimamente... y he decidido, y esto sí que lo he hecho yo, dejarme llevar. Ahora estoy con la Reina de Corazones. Tocado rojo, muy rojo. Y a todo esto, voy a estar con los tocados,sombreros y otras cosas bonitas de La balaca en el Sunday Market que se celebrará en Valladolid el próximo 14 de diciembre (si no me hacéis una visita querid@s amigos, ya no os ajunto, incluso dejaré de respirar si es necesario) donde quiero hacer mi propio banquete de Alicia en el País de las Maravillas, y no habrá ni un cupcake, faltaría más. ¡Que le corten la cabeza! Y que vivan las chuches del kiosko.

Me decía el otro día mi suegra: “hija, ¿y si no vendes ningún tocado…?” Punto de sensatez mi Aurori. Alguien de esta loca familia debía tenerlo. Pues no sé. Llegadas las 9 de la noche recojo mis bártulos y la ilusión y me voy a otra parte con mis chicos, que llegará la mañana siguiente y habrá que seguir intentándolo. He dicho.

¡Feliz, feliz no cumpleaños!




viernes, 24 de octubre de 2014

Manos a la obra

Por fin vinieron a arreglar la ventana. Es contaros que no venían más que a adorarla y, ¡tate!, a los dos días aparecieron por aquí a ponerse manos a la obra. Iba a decir que con herramientas pero, tampoco nos pasemos. “Pon cinta de carrocero alrededor de la ventana mientras echo un vistazo aquí” grita uno desde el tejado (sí, también hay problemas por allá arriba). “Es que no traemos” dice el otro tan campante… “Pues vete quitando lo otro con el cutter” le dice el de las alturas. “Es que nos lo hemos dejado en la furgo” le contesta el otro. Preludio de cómo se iba a desarrollar todo. “Pues no te quedes ahí parado y baja a por ello”. “Vale… ¿qué piso era? Pues ahora mismo vuelvo”. 15 minutos tardó la criatura, y tiro por lo bajo, en coger ascensor, bajar, abrir la furgoneta aparcada a 2 metros de la puerta y coger caja de herramientas. Llama al telefonillo, sube de nuevo en el ascensor y ya está. Parece fácil, ¿verdad? Pues tiene su dificultad al parecer. 

Resulta que se había olvidado el piso, también. No puedo deciros qué estuvo haciendo ese cuarto de hora en el portal del edificio sin probar a llamar a ningún timbre o sin asomarse hacia la calle dónde nos vería a la perfección, puesto que estábamos tres personas en la terraza… La cuestión es que cuando ese tiempo indeterminado (en muchos aspectos…) terminó, se le encendió la luz y pegó un grito. Aún bajó de nuevo, esta vez a la ferretería. Así no hay quién cosa un tocado, oiga… si es que no… Hay un contubernio orquestado contra La balaca.

No haré comentarios sobre su aspecto, porque si quieres hacer una sátira sobre la profesión, (maravillosa e imprescindible, por otro lado) no podrían ir mejor caracterizados…, vamos, pensé que me estaban gastando una broma cuando les abrí la puerta. Me puse a buscar si había cámaras ocultas, no os digo más.  Nunca me pareció tan imprescindible mi suegro en una situación, y eso que le adoro, pero si no llega a estar presente, no sé qué hubiera sucedido…

Como eran veloces como el rayo, quedaron en volver por la tarde a terminar su trabajo, peroa las 14.15 ya estaban llamando al timbre, maravilloso. ¿Quién necesita hacer sus cosas, recoger a su hijo del colegio o comer? Bah, qué tontería… nimiedades.

Lo más grande fue a la mañana siguiente cuando quise subir la persiana… seré tikismikis, ¿para qué subir o bajar la persiana pudiendo quedar estupenda en el medio, inamovible, y evitarme una pesada tarea? De veras, cómo soy… qué ocurrencias. ¿Os imagináis verdad? No, no subía. Y tampoco bajaba. Igual había que haber echado la espuma de poliuretano con algo más de cuidado, se me ocurre…

Y venga, Ismael, que así se llamaba el obrero, viene de nuevo a visitarnos… otra vez la casa echa un cristo, ese olor indescriptible, mis tocados  y sombreros acurrucados en un rinconcito libre de problemas, polvo y accidentes… y yo cose que te cose entre que abro y cierro la puerta de la terraza. 

Confieso que hubo un momento que tuve ganas de usar una pistola por primera vez en mi vida, de silicona, por supuesto. Otra vez que estaba mi querido Tinín para evitar que sucediera algo irreparable, o en la ventana o con la pistola de silicona… Tengo pocos recuerdos de la serie “Manos a la Obra”, pero creo que debía ser algo parecido a esto. Claro, luego ves a los “Hermanos Inmueble” (Property Brothers en Divinity) y te das cuenta cómo nos engañan…

Es viernes, la ventana está arreglada, Roque no ha ido al pediatra esta semana, le quedan tres días para cumplir 5 añazos y con mucho esfuerzo e interrupciones he conseguido terminar tres tocados nuevos. Arantxa y  Ana, preparaos que empieza la cuenta atrás para la sesión de fotos. También os digo que he amenazado a otra mamá (Bea, bonita, es todo de broma, tú lo sabes, pero ¡sígueme!…) para que me siga en Facebook y he tenido ganas de utilizar un objeto peligroso con fines poco éticos. Ya sé por qué me he convertido en un moco gigante que camina… ideal para este Halloween.






jueves, 16 de octubre de 2014

Me encanta que los planes salgan bien

Ay, los planes… qué bueno hacerlos, ¿verdad? Todo controlado y anotado. Además, yo soy de la generación de los que “me encanta que los planes salgan bien”, pero sin puro ni guantes de piel.

Tengo dos libretas, ambas repletas y de lo más heterogéneo en contenido. Y eso que me propongo firmemente que una sea sólo para el trabajo, pero no hay manera. Y tenerla limpia y ordenada, no llena de anotaciones, ideas, listas de la compra y tareas pendientes, mezcladas con un pargo rojo y un koi la mar de coloridos nadando por el espacio (más o menos por la zona de Ganímedes) y nombres de futbolistas y tácticas dudosamente posibles. O bocetos de tocados y sombreros en los márgenes… pero es mi pequeño caos, supongo.

Sentarme por la noche y repasar lo pendiente anotándolo me reconforta. No sé por qué, pero cuando hago una lista de propósitos y voy tachándolos al día siguiente me da subidón. Y si tacho todo, buah, la repera. Pero haz planes y luego las circunstancias te obligan a improvisarlo todo. Las listas están para incumplirlas, como las normas, me digo… Espero que no lea ésto un psicólogo.

Mis planes para mañana: “Uuuh Neeew York…” sonará Alicia Keys bien tempranito. Legañas fuera y arriba. Café sin corazón, cigarrillo rápido -sí, lo sé, I´m a terrible person- y primer vistazo a la lista: un básico (así llamo a un apaño de cosas de casa rápido), lavadora (no cabe un calcetín…) y al cole. Terminar el tocado de plumas que tengo empezado, (cómo me gusta… ay, que me emociono) y coser la peinecilla del de novia con ese brocado tan chulo…

No puedo olvidarme de bajar a por pan rallado o los filetes me los como yo… pequeños tiranos. Ah, y pasarme por el banco. E ir a pagar la contribución. Por supuesto, llamarán los de la ventana, hoy que tengo tanto trabajo, seguro, y será para contemplarla otra vez, que resulta que llueve y así no se puede hacer nada… Llueve, claro que llueve, estamos en octubre, lo suyo es que llueva. Claro, los cuatro meses que hemos pasado sin que caiga una gota no han tenido tiempo de pasarse…Y digo yo, tan bien que se la saben, ¿no sería mejor que se trajeran las herramientas un día que no llueva y arreglarla de una santa vez? No, claro, eso sería demasiado fácil.

No debo olvidar llamar al pediatra, que luego me quedo sin cita, nota mental: que no se me olvide, que no se me olvide. Esto me hace divagar… érase una vez hace muuucho muuucho tiempo, tod@s soñamos con tener un bar/pub/discoteca, según, y los nombres que me parecían más guays del mundo mundial eran los de medicamentos. Sí, puede que sea raro, vale, pero así era. Amoxicilina, Ventolín o Paracetamol, lo más de lo más. Menos mal que lo del negocio hostelero se me pasó en cuanto me dieron permiso para ir a la discoteca, porque hoy en día, solo de pensar en Amoxicilinas, Flixotides, Ventolines, Azitromizinas… (y paro porque esta lista sí que es larga) me entran sudores fríos. Por cierto, tengo que revisar las facturas de material… y ver si consigo sacar un hueco para leer ese tutorial que tanta falta me hace: “SEO para inútiles”.

Mmm… debería llamar a Mari a ver cómo quiere el canotier, que tengo unas ideas pero quería compartirlas con ella para concretar el diseño. Yo creo que si salgo de casa cinco minutos antes para recoger a Roque, mientras le espero, puedo leerme tranquilamente algún blog, un vistazo rápido a las redes sociales y contestar unos WhatsApp.

Bien, la mañana creo que la tengo controlada, me digo toda “chea”. Mientras comemos planeo la tarde y la noche, aunque tengo que preparar la mochila, creo que hoy toca Aloha… ¿o era fútbol? Bueno, da igual, preparo dos y listo. ¿Qué es ésto? Uff, un formulario, veeenga, lo relleno que parece interesante suscribirse, a ver… nombre, teléfono, profesión…: “volatinera con más bien mala suerte o persona estresada multidisciplinar”. A la fuerza ahorcan. Tal vez sea confuso, mejor no. Pero es que si pongo la verdad, creo que no me cabe. ¡También hago tocados!

A relajarme un poquito viendo la tele, venga va, que hoy acaba “Broadchurch” y, aunque me haya dormido antes de la media hora en todos los episodios, tengo mucha curiosidad por ver quién es el asesino. Vaya por dios… otra vez me despierta Isra con un dolor de cuello terrible por este maldito sofá… Bueno, no pasa nada, ya lo leeré mañana por internet… Parece que Roque no tose, genial.

“Uuuuh, Neeeew York…”¡Arriba! ¿Eso que oigo es mi hijo? Sí. Tose, y bastante…Miro la lista, pues hoy va a ser que no…




miércoles, 8 de octubre de 2014

Los extremos se tocan

Se puede escuchar a Extremoduro y hacer tocados a la vez y no estar loc@. Como en la canción.

Estaba yo pensando estas cosas entre trozos de cuerda y cartón mientras hacía un mamut… sí, habéis leído bien, un mamut, pero esto es otra historia…

El fin de semana pasado estábamos con Arantxa y Chechu en la Feria de Valladolid viendo el concierto de Extremoduro, donde precisamente este domingo estuvimos Carmen y yo echándole un vistazo a la Feria de Boda. Qué cosas.

Del concierto no os digo nada, son mi debilidad y cuando se trata de ellos pierdo completamente la objetividad -“se os quiere”, a vosotros también. Qué sería de mis paseos por el pueblo sin tenerlos enchufados a toda pastilla en mi móvil. No, desde luego, no sería lo mismo.

De la Feria de Boda esperaba sinceramente poder contaros más. Tendencias y ese tipo de cosas pero vistas en primera persona, aunque me temo que no voy a poder aportar nada nuevo. Hoy, querid@s amig@s, más adelante ya se verá.

Allá que íbamos Carmen y yo, esperanzadas en confraternizar con la gente de los diferentes stands y ver un montón de cosas chulas, charlar un rato e intercambiar intereses. Que digo, con unas palabrejas ya íbamos que chutábamos, pero no. La verdad verdadera es que, era acercarse a un stand con tocados, y de la sonrisa inicial pasábamos a ver lo bien que les quedaba la ropa por detrás. Vaya, que era oír que también me dedicaba a hacer tocados y como mencionar a la bicha, oiga.

Cierto es que hubo un par de excepciones, chicas muy agradables. Sobre todo, y no barro para casa, de una peluquería de La Cistérniga. Simpática, con la sonrisa perenne y dispuesta a hablar tranquilamente con todo el que se acercaba, aunque por el momento, Carmen y yo no pensáramos en formalizar nuestra relación. Tal vez ahí estuvo el fallo de nuestra estrategia, en su ausencia… Charlamos cinco minutos y hablamos de tocados sin que nos tomara como una potencial amenaza o fuésemos dispuestas a, mientras una la mantenía entretenida con la cháchara, la otra se descolgara desde una de las vigas del techo, enfundada en un traje de lycra negro y verdugo a juego, indudablemente Carmen… , para sustituir sus bonitos diseños por otros de La balaca… Sí, estoy muy cinematográfica últimamente, qué le voy a hacer.

La felicidad no dura eternamente -no me escuchéis futuribles matrimoniados, es mentira, de verdad-, en este caso no pasó de los  cinco minutos que tardó su compañera en volver del descanso.

En resumen, tocados había. Y bastantes, están de moda, no hay duda. Ahora, ya lo de verlos… nos resultó muy complicado, ¡nos los tapaban! Tremendo, apocalíptico, como diría Piqueras. Y es que yo por mis tocados, MA-TO.


“Gracias por venir a donde alguien os quiere sin que vengáis, y si no nos volvemos a ver que sea por vuestra culpa”. Biquiños.


lunes, 6 de octubre de 2014

Avance Otoño-Invierno

Os ofrecemos un pequeño avance de los tocados ya disponibles para esta temporada. Sigo trabajando y próximamente os iré enseñando más diseños. También comentaros que ya se acerca la nueva sesión de fotos de la colección Otoño-Invierno que incluiremos en el apartado Tienda para que podáis apreciarlos mejor.

Espero que os gusten, sí, sí, a vosotros, no seáis tímidos y decidme algo...

                    

lunes, 29 de septiembre de 2014

Las locas del pueblo

No, no se me ha ido la cabeza definitivamente, o al menos, no todavía. Bueno, según a quién la preguntes, claro. Qué gallego me ha quedado este comienzo…

Sí, soy una de las locas del pueblo, que haberlas haylas, y a mucha honra. Somos muchas y variadas, lo que sigue son cosas que pasan.

 Si el título de esta entrada os parece una exageración, sólo tendríais que ver las caras de algunos de mis vecin@s, los que se sientan a tomar la fresca en los bancos del parque de debajo de casa, cuando después de alabar lo grandes que tiene los ojazos Roque y lo bien que juega al fútbol para lo pequeño que es, me preguntan: “Maja, ¿y tú a qué te dedicas? ¿Trabajas? Es que mucho, mucho, no sales de casa… “. Yo: “Pues verá, ahora la cosa está complicada, no hay nada… estoy haciendo tocados…”. Adiós. Qué boca tengo. O más bien qué poca agudeza. Como en las pelis. Silencio sepulcral. Primero los músculos de su cara se tensan, después va subiendo la ceja. Los ojos van abriéndose a todo lo que dan mientras con la boca se forma una “o” perfecta. De repente, me acuerdo de Matrix y me dan ganas de agacharme con un abrigo de cuero pero para meterme debajo del banco del parque. Reacciono rápido y me apresuro a arreglarlo: “¡Sombreros!” casi chillo con cara de inocencia supina.

Y es que yo creo que en esas décimas de segundo a la buena señora se le pasan por la cabeza varias imágenes inquietantes: servidora maquillada como una puerta en salto de cama delante de la pantalla del ordenador poniéndole morritos. Por lo menos. Si supiera la verdad… de maquillaje, o ni rastro, o ya más que diluido por toda la cara; batiburrillo de pijamas -jamás consigo coordinar el pantalón con la camiseta, algo pasa en mi armario-; calcetines, por supuesto; y alguna vez zapatillas. Soy todo glamour.

Abracadabra, “sombreros” consigue que las cosas vuelvan a la normalidad. Los coches vuelven a circular, los niños a llorar y a gritar y la gente a caminar. Y mis adorables vecinos consiguen relajar su musculatura facial y esbozar una aaaamplia sonrisa, más de alivio que de otra cosa, “¡ah, eso que se pone en las bodas!” Grrr, que rabia oye, y dale... vuelta la burra al trigo… “¡Sí, exacto! Con sus flores y sus plumas y tal.”

Y es que vive en un pueblo pequeño, haz tocados y puede pasar cualquier cosa.

martes, 23 de septiembre de 2014

Instagram y yo

 Hace una semana estaba a punto de contaros lo mal que nos llevábamos, que no nos entendíamos y que estaba dispuesta a romper con él definitivamente…. Sí, eliminar ese precioso icono tan vintage del escritorio de mi HTC. Teníamos problemas. Como Vaquerizo con los teléfonos táctiles, ¿os acordáis del reality de Alaska y Mario cuando iba a comprar un móvil y rechazaba todos los que no tenían botones? Pues eso.

Ahora os digo que ni loca. Me he viciado, qué le vamos a hacer.


 Todo empieza poco a poco, que si pruebas a subir una foto, que si te animas con otra… y de repente salta el corazoncito y se pone naranja. Y claro, no lo puedes evitar… miras y ahí está, a veces ya erais amigos y a veces no le conoces de nada. Y es de muuuuy lejos. Y ya te has enganchado.

 Qué bonitos que son los comienzos, cuando no le ves nada malo. Lo que antes me parecía chino mandarín, ahora se parece más a jugar a una lluvia de ideas. Un hashtag me recuerda a un crucigrama, a veces encaja y a veces no. Y cuando terminas de publicar una fotografía se te ocurren varias maravillosas palabras que te harían llegar aún a más generosos conocidos y desconocidos de todo el mundo… Y aunque suene cursi, me parece casi mágico, guay vaya. De repente te sientas a ver la tele, a leer un libro o te pones a preparar la cena… y no puedes evitar tener el móvil bien pegadito, no sea que se ponga naranja el corazoncito. Y claro, puede ser de las Delicias o de Toronto. O de mi Vigo. Y luego está la pestaña de explorar, para que queremos más… esa gente dadivosa que comparte trocitos de sus cosas, de su arte o de su mundo. Buah, es que mola.



Si intento un selfie y saco la funda del móvil...
 No me refiero a los cafeses con corazoncitos formados por la cremita, a las jarras de cerveza de espuma blanquísima, que parece llevaran fairy o no se explica…, ni a los croissants de pega, o eso prefiero pensar. Tampoco a las fotos de pies. O las autofotos donde nadie jamás sale mal. Ni a las hermosas fotos de niños limpísimos y guapísimos en casas impolutas de estilo nórdico con toques retro. Con este tipo me empiezan a surgir un mar de preguntas: ¿Por qué mi casa es tan sosa y la mayoría de las veces está hecha un desastre? Yo limpio, en serio. ¿Por qué yo no metabolizo igual que “ellas” los croissants? ¿Es que ya no sé ni cocinar bonito más allá de ponerle una aceituna o un trozo de pimiento a la ensaladilla rusa? ¿Debería salir más? De todos modos a mí no me tiran las cañas así… Ah, antes que me olvide, y esto me pasa también con las películas, ¿cómo consiguen lavarse los dientes sin que se les escurra ni una mísera babilla mientras se hacen una foto a la vez y salir guap@s?

 Entonces empiezo a responderme a mí misma y ya malo. Desde luego, no sé hacer fotos de tocados. Cocino de pena y carezco de vida social. Definitivamente, no sé lavarme los dientes con dignidad y por supuesto soy un adefesio incapaz de hacerme una autofoto y salir medio decente. Ni de los pies. Vamos, que ni ir a comprar ropa y no encontrar talla.

 Pero no amig@s, esto no es malo. Es bueeeno, me hace pensar, es por mi bien… erm… ya os digo que Instagram, hoy, es maravilloso.

 Uy, creo que se ha iluminado la pantalla de mi móvil… o tal vez no, pero debo asegurarme. No, no me miréis así, tal vez a alguien le haya gustado alguno de mis tocados… y tal vez viva aquí al lado o no…

http://instagram.com/labalacatocados

jueves, 18 de septiembre de 2014

No sólo BBC o Belle & Sebastian

No sólo de bodas, bautizos y comuniones se trata lo de ponerse un tocado. Hay tantos y de tantos estilos que reivindico el ponérselo para tomarse unas copas, darse un paseo, irse de concierto o hacer recados. Que sí, que hay de todo tipo. 

Entiendo que nos dé corte ir al trabajo o llevar a los peques al cole con el raqui en todo lo alto, aunque estoy muy a favor de las personas que llaman la atención y les importa un bledo, qué le voy a hacer… pero ¿qué tal una diadema bonita más o menos discreta según el gusto de la persona en cuestión? O un bandeau, cómodos, favorecedores y encima ayudan a esconder el pelo si esa mañana lo tenemos rebelde y decidido a no hacernos ni caso.

Un sombrero, un canotier o una chistera con vaqueros  y camiseta básica pueden quedar genial y le dan chispa. Con un vestido largo. Una camisola y listo. Con estilo masculino, unos pantalones de pinzas y camiseta, si te atreves ponte tirantes, un mono, una camisa blanca… las posibilidades son infinitas y no tiene por qué parecer que nos vamos a Ascot. Aunque a veces mole un montón.

Y para muestra un botón, bueno, dos. Divinas Silvia y Andrea en el concierto de Belle & Sebastian en Santiago de Compostela este verano con tocados de “La balaca”. Por cierto, en la foto con las chicas, aparece también Jesús, la música, que junto con Silvia, la poesía, forman “Cinta Adhesiva”. Si andáis por Galicia estos días os recomiendo ir a verlos, estarán mañana en la asociación cultural Bou Eva de Vigo. Gracias lindas.


jueves, 11 de septiembre de 2014

Viva el Otoño

Coloreando de Otoño sombreros, hortensias y hojas. Cosiendo telas, flores y lentejuelas. Combinando plumas. Es divertido recrear una estación, además el Otoño. ¡Viva el Otoño! Que sí, que también se puede llevar tocado.


El Otoño de Roque, la estación de los comienzos, de los cambios, del reinvento que dicen por ahí… cuando menos la ocasión de cortarse la melena o cambiarse el color del pelo, por cierto, he leído en algún sitio que se llevará el tono avellana, qué apropiado.

Canotier dorado de copa baja con velo, cinta grossgrain color chocolate, decorado con plumas de avestruz, flores hechas a mano y hojas de eucalipto doradasViendo las diferentes semanas de la moda que se atropellan unas a otras estos días, he llegado a una conclusión: se lleva-rá todo. Sí, prácticamente todo, lo cual es genial por otra parte. ¡Viva!

Iba a contaros un poco lo que dicen que se lleva-rá, pero estoy segura que ya lo han hecho mucho mejor que yo, aunque no me resisto a hablar de los colores de este Otoño.

Vaya… pensándolo bien, también se lleva-rá todo o casi. Y es que fijaos: el color estrella del año, “orquídea radiante”-hay que ver como unas palabras bien elegidas pueden cambiarlo todo… y si no me creéis, echad un vistazo a los nombres de los colores que siguen-y sus variantes, que continua a tope (vamos, los violetas y morados de toda la vida); los rojos, aunque se llamen “sangría” o “aurora roja” y los utilice Elie Saab, Dolce&Gabbana, Vicky Beckham, Carolina Herrera o Vivianne Westwood; los azules; el lila o “niebla púrpura”, el aluminio; los verdes, ya sea caqui o “ciprés” (Balmain o Isabel Marant también lo han utilizado mucho); el“amarillo brumoso”, el “cognac” y los tonos pastel.

Creo que no me olvido de ninguno, pero no podría asegurároslo... Luego tenemos el blanco y el negro que son atemporales. Ah, y persisten los tonos metálicos. Vosotros diréis qué nos falta. Para que luego nos quejemos de que no hay dónde elegir…

Otros Otoños he pensado: ¡malditas tendencias y malditos colores! Y mira por dónde, que ¡vivan si son como las de este año!

Y eso, que viva el Otoño y viva lo nuevo aunque a veces el principio sea duro y hallan cuestas…Yo sigo con mis chisteras y mis flores que este Otoño no se marchitan. Y mis hojas, que solo se caen para posarse en los sombreros.






lunes, 8 de septiembre de 2014

El tocado de Yolanda

Sabía que Yolanda quería un tocado. Sabía que le encantan los raquis. Pero entre el ajetreo del blog, el Facebook, los nuevos diseños de Otoño-Invierno (deseandito estoy de enseñaros las cosas tan bonitiñas que se me están ocurriendo…) y mis labores, que eso es sagrado e ineludible…, pues no había pensado nada, la verdad. 

Se me había olvidado completamente, supongo que en algún momento pensé que había cambiado de opinión y no se veía con un tocado, oye, que es muy normal, que nunca había llevado uno, y ya se sabe que la primera vez duele o eso dicen… Pero ni hablar, es una chica que sabe lo quiere, y eso es una gran ventaja para que salga todo rodado.La cosa fue así: suena el whatsapp, “oye, mira una foto del vestido que voy a llevar a la boda, ahora vamos a cenar pero vete pensando qué tocado me recomiendas para que combine mejor y luego hablamos” “Ah, vale, bien, buen provecho…” Cuando volví a hablar con ella al poco rato, declinó mis sugerencias muy amablemente y ya me di cuenta que lo tenía clarísimo. 

Entre las dos decidimos los elementos que quería y los colores que mejor podían sentarle y en 10 minutos estaba diseñado. La verdad que es un subidón cuando le envías la foto a la persona que va a llevar tu tocado y te dice que le encanta, o que es lo que quería, eso casi es mejor. Aquí os dejo unas fotos del tocado de Yolanda, creo que realmente va a ir guapísima, y espero fotos que demuestren que tengo la razón, que me encanta… ¿vosotr@s qué creéis?


Tocado con orquídea artesanal color cardenal, base de sinamay con hilo metálico decorada con raqui de avestruz color dorado y plumas de oca Tocado con orquídea artesanal color cardenal, base de sinamay con hilo metálico decorada con raqui de avestruz color dorado y plumas de oca Tocado con orquídea artesanal color cardenal, base de sinamay con hilo metálico decorada con raqui de avestruz color dorado y plumas de oca

lunes, 1 de septiembre de 2014

Empezar por el principio

Pues sí, sí que es difícil escribir una entrada por primera vez. Menos mal que se me ha pasado lo de pensar que Google lo soluciona todo, que solo es cuestión de dar con la frase adecuada. De veras que probé, y muchas veces, a buscar “qué poner en la primera entrada de un blog” y cientos de frases similares… En serio, no sirve para nada.

Soy consciente de que mi prosa no va a dejar a nadie con la boca abierta… está claro, pero sí me gustaría contaros como empezó esto y más adelante cómo se vaya desarrollando. Ya os pido perdón de antemano, tiendo a la dispersión y mucho,  y lo cierto es que jamás he escrito nada para que lo leyeran otros…  bueno, si no contamos los trabajos del cole de Roque sobre la familia Nubaris… Ahí me vuelvo loca oye, lo doy todo; pero bueno empecemos por el principio.

Un buen día mi amiga Carmen, que es una peluquera buenísima por cierto, me sugirió lo de hacer tocados. Y oye, que de repente se me encendió la luz… diseñar, con lo que mola. Igual hasta podía sacar provecho al par de años de Diseño de Moda que estudié cuando aún era guapa, más joven y más delgada… qué tiempos… quiero decir cuando estudiaba diseño, claro... Menuda casualidad haber conocido a José Castro y hasta haber sido amigos una temporada. Vaya genio. También reconozco que me inspira mucho el dibujo (trabajé en diseño gráfico algunos años y también hice varias ilustraciones, algunas de las que estoy bastante orgullosa), los cuentos, los libros y películas o la historia. Lo cierto es que el mundo entero es una fuente de inspiración inagotable, terrible frase hecha, pero es que es completamente cierta.



Y me puse a buscar información sobre tocados y accesorios como una loca. Y descubrí gente con un talento y una personalidad increíble: Sophieet voilá, Mibuh, India, O´touch, Sibarita, Lucía Be y un montón más. Y claro  ¡quiero ser como ellas!


Poco a poco me puse a hacer alguno de los diseños que se me iban ocurriendo… hasta que este verano la mejor fotógrafa del mundo me hizo el precioso reportaje que podéis ver en Galería, gracias Andre y Miramemira. Y claro, luego está la modelo que me hizo el enorme favor de prestarme su talento y su casa en Pereiró, Silvia, que ayudó a que las fotos fueran tan geniales. Del futuro solo espero poder seguir haciendo más y mejores tocados,  bueno, del más inmediato hacer el tocado de Yolanda, que me tiene que quedar precioso y que me llegue el pedido del nuevo material rápido…,  y aprender lo máximo posible. Y que os guste alguno, claro.

viernes, 22 de agosto de 2014

Ya estamos en Facebook, Twitter e Instagram

Los tocados de la balaca ya están en Facebook, Twitter e Instagram, nos encantaría contar con vuestra opinión.
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